El doctor Antoni Castells, especialista en gastroenterología, es director médico del Hospital Clínic de Barcelona, co-coordinador del programa de detección de cáncer colorrectal de Barcelona y asesor médico de la empresa biotecnológica GoodGut. En el ámbito de la investigación, Castells lidera el Grupo de Investigación Oncológica Gastrointestinal y Pancreática del Institut d’Investigació Biomèdica August Pi i Sunyer (IDIBAPS) y del Centro de Investigación Biomédica en Enfermedades hepáticas y Digestivas (CIBERehd). Le entrevistamos proque GoodGut acaba de presentar los primeros resultados positivos del estudio clínico realizado con el nuevo test no invasivo RAID-CRC para la prevención y diagnóstico precoz del cáncer de colon y recto que podría estar en el mercado en 2019.
¿Cuáles son los retos más urgentes en la lucha contra el cáncer colorrectal?
Los grandes retos genéricos que tenemos hoy en la investigación contra el cáncer de colon y recto para mí son tres. El primero es intentar que los tratamientos sean más efectivos y menos tóxicos, materia en la cual se ha ido avanzando bastante en los últimos años y donde el pronóstico ha mejorado. El segundo es buscar métodos de diagnóstico que sean menos invasivos. Actualmente, el mayoritario es la realización de colonoscopias, una prueba muy buena y muy efectiva, pero que es invasiva y requiere hacer una preparación, con lo cual, aunque son muy bajas, pueden aparecer complicaciones derivadas de este procedimiento. Y el tercero, es adelantarnos a la aparición del cáncer y establecer estrategias que nos permitan prevenirlo. Detectar en una fase previa, lo que denominamos pólipo o adenoma, evita que esta lesión avance hasta convertirse en cáncer.
¿Estos retos son a escala global?
Sí, en la mayoría de países desarrollados estamos más o menos igual en esta etapa de prevención o de investigación en el campo de la prevención.
¿El estado primario del pólipo no se diagnostica actualmente?
Sí, tenemos diferentes maneras de detectarlo en esta fase. La más efectiva es la colonoscopia. Como comentaba antes, es una herramienta que usamos mucho porque permite detectar lesiones muy pequeñas, como por ejemplo, los pólipos. Después hay otros métodos que permiten identificar personas que con una elevada probabilidad tendrán esta lesión y que, por tanto, merecen que se les realice una colonoscopia. Dentro de estos métodos, que llamamos marcadores, lo más habitual es el de detectar sangre en las heces. Encontrar sangre en las heces significa muchas cosas, no necesariamente un pólipo o un cáncer, pero si lo encontramos, consideramos que esta persona merece que se le practique una colonoscopia. La investigación de empresas como GoodGut nos está proponiendo otros marcadores, en diferentes fases de desarrollo y de llegada al mercado, que también pretenden lo mismo pero sin ser invasivos y con más eficiencia.
¿Cómo valora la situación de los programas preventivos que hay en Catalunya?
Hace diez años no existían, o en todo caso había algún estudio piloto, y actualmente toda la población de Catalunya está cubierta con estos programas que han demostrado disminuir la mortalidad por cáncer de colon. Tenemos que estar satisfechos como país que los tengamos implantados. Ahora bien, cualquier programa preventivo o terapéutico siempre es susceptible de intentar buscar estrategias que sean aún más sensibles y específicas y que mejoren los resultados en mortalidad y en el ahorro de recursos como podría ser el nuevo test que está desarrollando GoodGut.
¿En España funciona diferente?
Considerando que en España el sistema sanitario está descentralizado, cada comunidad autónoma ha elegido el modo de llevar a cabo la prevención del cáncer colorrectal. En estos momentos, todas las comunidades autónomas tienen algún programa de prevención de cáncer de colon, algunas en una fase muy inicial y otros ya la han extendido a toda la población como el País Vasco, Valencia y Navarra.